El egocentrismo: una perversión del amor propio
La perversión del amor propio efectuada por el egocentrismo, consiste en que el hombre tiene una especial facilidad para centrarse en sí mismo, en su propio mundo y en sus actividades, aislándose de las personas que lo rodean.
El hombre es egoísta por constitución, pues solo se busca y se quiere a sí mismo, y rechaza cualquier orden impuesta desde fuera, aunque sea por el bien de la colectividad y de sí mismo.
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